DÍA DE MUERTOS, TRADICIÓN MEXICANA
Si existe algo que sea considerado global es la muerte. Cada cultura tiene sus diferentes tradiciones para llevar sus ritos funerarios, sus conmemoraciones y hacer memoria a sus seres queridos difuntos; si hay algo que caracteriza a nuestro país es la manera en la que aceptamos y honramos la muerte de nuestros seres queridos. Es una tradición que ha sido arraigada en nuestra cultura desde hace años por causa de nuestros ancestros, y es una tradición muy importante para la mayoría de nosotros los mexicanos ya que honramos a nuestros seres queridos difuntos, los recordamos y hacemos memoria de su vida terrenal.
Como dato informativo, la UNESCO ( Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) nombró la celebración del Día de Muertos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el 2008. Se festeja el 1 y 2 de noviembre, el primer día mejor conocido como el Día de Todos los Santos y el segundo como el Día de Muertos. La diferencia entre estos dos días es que el primer día se hace memoria a las almas de los niños y el segundo a las de los adultos.
Es una tradición sumamente importante ya que nos invita a la reflexión, unión familiar, admiración a las vidas de los demás e incertidumbre de cómo estamos viviendo nosotros nuestra vida. La manera en la que festejamos el Día de Muertos es por medio de los altares, los cuales se realizan para una persona en específico o ya sea a varios miembros de la familia, víctimas del mismo accidente, empleados de una misma empresa, etc. Los altares se dividen por niveles como bien conocemos ya que sirven para dividir el cielo de la tierra. Claro que existen más tradiciones, como las veladoras y misas; Grupo Perches cuenta con las tradiciones mexicanas que se frecuentan para celebrar el Día de Muertos en su Cuarta Velada Tradicional, a la cual están todos invitados este 2 de noviembre.
En el altar se coloca una imagen del difunto, calaveritas de azúcar, incienso, flores de cempasúchil, pan de muerto, sus alimentos y bebidas preferidas y objetos que formaban parte de la personalidad del conmemorado. Se procuran utilizar colores alegres ya que esta no es una tradición para entristecernos, si no para hacer memoria de nuestros seres queridos y el tiempo que pasaron con nosotros.