Para la cultura occidental la muerte es un tabú. Como mexicanos aprovechamos estas fechas para burlarnos de la muerte y verla desde un punto de vista más positivo. Sin embargo no somos los únicos en tener rituales o formar diferentes de tratar a nuestros muertos, en el transcurso de este días estaremos compartiéndote los 3 rituales en torno a la muerte que deberías conocer.
RITUAL 1: TRIBU YANOMANI
Para descubrir el alma de un lugar y de sus habitantes a veces es necesario acercarse abriendo la mente y el corazón, indagando sobre sus creencias, su modo de entender la vida y hasta la muerte. En algunos lugares un funeral es uno de los acontecimientos más importantes, marca la identidad de una cultura y a su alrededor hay todo un contexto social. Aunque a primera impresión algunos rituales carecen de sentido y parecen terroríficos, están lejos de eso, cada ritual tiene un sentido profundo y siempre se hace lo que se considera mejor para los que se van y para los que se quedan.
La tribu Yanomami que habita el Amazonas venezolano tiene por costumbre mezclar las cenizas del fallecido con otros alimentos, para luego ser consumidas por sus parientes, de esta manera el difunto permanece en el núcleo familiar.
RITUAL 2: MADAGASCAR, EL GIRO DE LOS HUESOS
En la estación seca los malgache llevan a cabo la tradición del famadihana o «giro de los huesos», que consiste en ir a la cripta unos años después del fallecimiento, recuperar el cuerpo para envolverlo en una nueva mortaja y hacerlo participe de una ceremonia de música, danza y comida. Para los malgache el espíritu del difunto solo abandona el cuerpo cuando este está completamente descompuesto y puede seguirse comunicando con los vivos, en el famadihana los malgache encuentran la mejor manera de honrar, expresar afecto y respeto hacia sus antepasados.
RITUAL 3: INDONESIA, LOS TORAJA
Una cultura que convive directamente con el cuerpo de sus muertos es la de los Toraja en Indonesia, su tradición exige despedir a sus difuntos con una suntuosa y costosa ceremonia, para la que muchas veces el dinero no alcanza. Hasta la llegada de ese funeral oficial, el cadáver reposa embalsamado en casa, en ocasiones por meses y no se le considera como un muerto, sino como un enfermo al que hay que alimentar y que duerme a la espera de su despedida definitiva. Durante la celebración del funeral, se sacrifican búfalos y cerdos. También se acostumbra depositar los cuerpos de los adultos en acantilados, donde se asoman los tau tau, figuras representativas de los difuntos. Los recién nacidos son devueltos a la naturaleza y enterrados dentro de los árboles.