Seguramente has escuchado que las personas mayores son las más vulnerables ante el COVID-19, y es cierto, pero las personas jóvenes y/o que gozan de una buena salud, también pueden contagiarse de COVID-19. La verdad es que todos estamos expuestos al virus y todos podemos llegar a portarlo; el hecho de que el virus haya entrado a tu cuerpo no significa que vayas a manifestar síntomas o que vayas a presentar los mismos síntomas que otras personas.
La realidad es esa: todos podemos contagiarnos de COVID-19, pero las personas mayores son más propensas a presentar síntomas graves. ¿Qué sucede con los jóvenes o los que gozan de buena salud? Puede que presenten síntomas leves o no presenten ni uno solo, lo que los convierte en personas asintomáticas.
Una persona asintomática es aquella que tiene el virus dentro de su cuerpo pero este no presenta síntomas. Esto no significa que no pueda propagar el virus, al contrario, al no saber que lo tiene por la ausencia de síntomas, se vuelve en un foco de infección mayor que una persona que si los presenta; una persona asintomática al sentirse sano, sigue saliendo, sigue visitando a su familia, pero en realidad está exponiendo a todos sus seres cercanos al virus.
Si eres joven o gozas de buena salud, aun así debes protegerte para no convertirte en una fuente de contagio para tus familiares o seres queridos cercanos que puedan entrar en el marco de personas vulnerables (personas mayores, las mujeres embarazadas, las personas con discapacidad y las personas con enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión, entre otras).
Es por eso que es sumamente importante que todos practiquemos la higiene respiratoria y de las manos en todo momento para así protegernos y proteger a los demás.
Debemos mantener al menos un metro de distancia ya que las personas que no presentan síntomas también pueden propagar el virus.
Cuídate, si no tienes necesidad, no salgas de casa. Protégete para proteger a los tuyos; recuerda que hoy en día la mayor demostración de amor es el distanciarnos para poder juntarnos después.
